miércoles, 6 de diciembre de 2006

Un dia lo recibí y lo guardé... me gusta

Tu cuerpo se insinúa y ahí estoy yo, tieso, duro, preparado…
No hay dudas de tu entrega, tampoco de la mía.
Te deseo y no median explicaciones, te abres y me recibes, húmeda y hospitalaria.
Duro y ardiente me acerco a tu sexo con ganas de frenético baile en tu interior.
Tus labios me llaman y yo los busco, con mis palabras, mi lengua, mi sexo.
Me pides que no me demore, que entre y sacuda nuestras humanidades,
En centrífugo enredo nos amamos, nos elevamos, nos caemos, nos babeamos.
Mi saliva baña tu cara, y tu boca no para de decir cuánto placer hay dentro tuyo…
Tus senos no hacen otra cosa que alimentar mi deseo, tu culo es el apoyo de mis manos y fantasías…
Las palabras se entrecortan, la respiración también, balbuceamos sexo, cariño y desenfreno.
Te pones en cuatro para que te cabalgue, esclavo de tu cuerpo como soy, cumplo tus pedidos:
Por atrás, con mi inmensidad, te penetro suavemente, como insinuando el placer que nos invade.
Me expulsas de tu sexo y quedo sorprendido, te das vuelta, me miras con complicidad y suficiencia y te engulles toda mi verga con gran placer.
Pareciera el límite de mi tolerancia.
La saboreas brevemente y me exiges la última penetración. Antes de complacerte, refriego mi miembro en tus senos, dejando un hilo de semen en uno de ellos…
Me exiges penetración…
Como soy esclavo de tu cuerpo, obedezco y muero la pequeña muerte dentro de ti.

MACHO Y HEMBRA

El sol los encontró abrazados.
Sintiéndose tibiamente.
Envolviéndola el con su cuerpo.
Entrelazando sus piernas.
Las manos en su sexo duro.
Las manos en sus pechos grandes.
Su sexo erguido, suave, empujador.
Sus pechos erizados y sus pezones alzados.
El frío y el viento los despertó.
Se olfatearon.
Se apretujaron.
Se besaron.
Se saborearon. Se chuparon.
Cual macho y hembra, se lamieron.
Como sanando sus heridas.
Rozando su áspero mentón por toda su espalda.
Deslizando su lengua por su glande estirado.
Deslizando sus labios por su duro clítoris.
Se acunan.
Se montan.
Se mecen.
Uno dentro del otro.
Empujando sus nalgas contra el otro y la otra.
Deseándose infinitamente.
Encontrándose en un orgasmo mortal.
Muriendo y regresando a la vida.
Empapándose de sus jugos.
Bebiéndolo ella a el.
El a ella.
Entrelazando sus dedos.
Apretando sus manos.
Latiendo sus pulsos.
Dejándose muy quietos.
Y continuar deseándose.
Hasta el fin de los días.
Siempre acariciándose.
Suspirándose.
Protegiéndose.
Cuidándose.
Aprendiendo sus formas de memoria.
Grabando sus pieles en sus instintos
.